
"El poder de crear tu propia historia"
Luciana Bornand

Equivocarme es algo humano,
pero amarte es un pecado II
por Luciana Bornand


Caminaba sola por la noche helada, cabizbaja, ída en sus pensamientos, todavía no entendía como aquel amanecer tan anhelado se convertía en un día sin sol, en una noche de verano sin estrellas, en una primavera sin flores.
Tan perdida en un laberinto de espinas siguió caminando, con la lejana utopía de encontrar aquella estrella que le fuera de señuelo para visualizar el otro lado de la cordillera.
De pronto se desvaneció en una ira de sentimientos, harta de vivir en las penumbras, se cuestionó el latido de su corazón, si era ese el camino que señalaba el norte de su rosa de los vientos, si era alli donde soplaba el viento del amor.
Sin querer, se vio atormentada por los monstruos del olvido, que la arrastraban a un laberinto sin salida.
Mas el señuelo que pidió, se le concibió, haciendo que la estrella la guiara, trayéndole la idea de despertarse con la única misión de verlo sonreir, de amanecer a su lado, de sentir su respiración cuando el manto del sueño cubria sus ojos. De este modo, vio la salida del laberinto.
en un helado desierto aun habia una gota de calor que juntos le llenaba el alma...
