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La radio y su magia

El despertador suena con la música enfiestante de Pitbull. Lo odio. El reloj marca las 6am de la mañana. ¿Es salubre despertarse a estas horas? No lo creo. Prendo la luz para no volver a dormirme, la cama me seduce y no me deja ir. Me siento y quedo como cinco minutos mirando un zapato hasta que recuerdo que tengo que levantarme y empezar el día.

Es entonces cuando, mientras me preparo el desayuno prendo la radio. La Tessio, La Negra Vieyra, Javi Rosemberg me acompañan cada amanecer cuando con mi “trago de pajarito” tomo mi café.

El info del clima me ayuda con mi gran dilema diario: decidir cómo vestirme. Al menos no me pongo 500 ponchos cuando va hacer 40º de calor.

Con un poco de música actual que pasan en la radio sintonizada, disfrazo mi cara de Hermione Zombie con maquillaje.

Obviamente, siempre salgo a los apurones, conecto mis auriculares a mi celular y sigo acompañada con mi radio de siempre.

Mi mente crea una imagen sensorial de esas voces que suenan del otro lado. Del lado mágico. Del lado donde una voz te transporta a mundos paralelos. La mistisidad de la radio. ¿No?

Caminando pienso en quienes serán los portadores de esas voces. ¿Serán cómo me los imagino? Podrían estar caminando al lado mío y no podría reconocerlos. Eso, ¿hará que el locutor se sienta más relajado? ¿Cuál será la conexión que el siente con los oyentes?

De repente me pregunto si se dan cuenta el poder que tiene su palabra. Porque yo confié en su palabra para vestirme esta mañana. Desde 1900 las radios del mundo han acompañado a las personas. Han influido en la historia. Sin ella no hubiera sido lo mismo.

Llego a la facultad y apago la radio. Pero ahora la radio la hago yo –o eso intento. Yo estoy en el lado mágico. Me sorprendo de mi misma. De lo que puedo llegar hacer y no lo sabía. Yo también puedo ser la de la voz misteriosa. Recuerdo cuando veía “la Radio Libre de Rosco” por Boomerang cuando era más chica. Me apoderaba de los grabadores de mi papá y armaba programas de radio. Sin darme cuenta que años después lo estaría haciendo, pero no como un juego, sino como el comienzo de mi profesión.

Contenta le cuento a mi amiga lo que aprendi en la facultad hoy, conversando “jugamos” a hacer una radio. Ponemos voz grave y seductora e improvisamos. Nos duele la panza de tanto reírnos.  Directa o Indirectamente, la radio siempre me acompaña.

Aunque hoy en día la tv y el internet se lleva la mayoría de la atención, la radio es el medio (junto a los libros) que más desarrolla la imaginación y acompaña diariamente.

La radio es parte de nuestra vida, aunque muchos no se den cuenta.

 

Luciana Bornand

Este texto fue creado para un trabajo practico de la materia Periodismo Radiofonico en el colegio universitario de periodismo.

Luciana Bornand

© 2023 by MICHELLE WILLIAMSON

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