"El poder de crear tu propia historia"
Luciana Bornand

Agustin Liotta, nos cuenta en carne propia los prejuicios que tiene que afrontar diariamente por su identidad sexual.
"HASTA YO TENGO PREJUICIOS"
POR: LUCIANA BORNAND
Si le habrías preguntado hace diez años a una persona heterosexual que era ser gay habrían respondido que es una enfermedad mental, un pecado, una aberración a Dios, un error de la naturaleza, una anomalía congénita, etc.
Sin embargo, en el 2010 se sancionó en Argentina la Ley de Matrimonio Igualitario nº26618, art 2, aceptando no solo a las parejas homosexuales sino que también
dándoles la oportunidad de formar una familia legalmente y adoptar hijos.
Aun asi, en Córdoba, si bien está más aceptado la homosexualidad, sigue habiendo prejuicios y discriminaciones, asi también como violencia física y verbal.
Agustin Liotta, estudiante de Periodismo y Locución en Córdoba, nos cuenta en carne propia como vivió su identidad sexual y los prejuicios que tuvo y tiene que afrontar diariamente.
El joven cordobés nos cuenta que comenzó a sentirse gay más o menos como a los 13 o 14 años “me di cuenta que me empezaban a gustar los hombres por determinadas tonteras” desde ese momento Agustín comenzó a plantearse los prejuicios con los que se iba a afrontar sobre todo de sus padres y amigos, a tal punto de negárselo a el mismo.
Luego de aceptarse el, comenzó a preguntarse si el concepto que normalmente se tiene sobre “ser gay” era como cotidianamente se muestra en la televisión, el típico hombre afeminado.
“Después cuando acepté la idea de que era gay, vino una época en la que yo me cuestionaba cómo es que hay que ser gay; si el gay es el típico afeminado que se muestra en la televisión, o no; si te tienen que gustar las cosas de mujeres, o no y demás. Ese fue un proceso de ir construyendo mi propia identidad sexual y de asimilación de todo ese proceso que yo venía haciendo”
Cuando uno es gay, el momento más temido es a la hora de comentárselo a tus padres.
“A mis viejos se los conté, y su reacción fue de angustia, porque no es lo que ellos quieren para su hijo. En realidad los padres desde siempre van reconociendo que su hijo es gay, ya que en la adolescencia hay determinadas cosas que hacen que se den cuenta, como por ejemplo, no les contás que te gusta una chica, y demás, pero nunca lo quieren ver, entonces ponen deseos propios en uno, y cuando uno le dice “che papá, mamá, soy gay” se les genera el choque que no querían ver, y esa fue la reacción de ellos. Fue como de angustia, y desilusión más que nada. Me costó más por el lado de mi papá. Sigue costando de a ratos. En cambio mi vieja dijo, bueno ya está, desde un primer momento. Pero lo que si cuesta es por ahí tratar de hacerles ver que no es nada malo, que no estoy enfermo, que soy el mismo de siempre. Eso sí por ahí cuesta.”
Aun así, la familia de Agustín lo acepto bastante bien, sin embargo, tuvo que lidiar con los típicos prejuicios del SIDA y que se drogaba.
“En el momento de mi elección sexual no noté ningún prejuicio por parte de mis padres, porque la elección fue mía, que tampoco sé si nombrarlo como ‘elección’ pero cuando les dije noté prejuicios como por ejemplo, creían que por ser gay me iba a contagiar de sida y que me drogaba. Esos fueron los dos más fuertes. Después mi papá me dijo que no cambiara mi apariencia, o sea, que no empezara a vestirme como mujer o que no fuera más afeminado. Esos fueron los tres principales”
Los prejuicios lo acompañan todo el tiempo, aun asi, Agustin siente el apoyo de sus compañeros de colegio, en su momento, como los de la facultad.
“Siento el apoyo de mis padres, amigos, pares, Por más que cada uno tenga su opinión, postura y prejuicios, porque no voy a negar que la gente a veces tiene prejuicios, hasta yo tengo prejuicios, pero si siento el apoyo”
Aunque a veces es complicado salir del discurso hegemónico y actuar como “se debería actuar”, es necesario abrirnos a otros relatos, a las historias no contadas, a lo que no se dice.
"Pero lo que si cuesta es por ahí tratar de hacerles ver que no es nada malo, que no estoy enfermo, que soy el mismo de siempre. Eso sí por ahí cuesta.”

"EN SI, LA HOMOSEXUALIDAD ESTA TAN LIMITADA COMO LA HETEROSEXUALIDAD: LO IDEAL SERIA SER CAPAZ DE AMAR A UN HOMBRE O A UNA MUJER, A CUALQUIER SER HUMANO, SIN SENTIR MIEDO, INHIBICION U OBLIGACION."
SIMONE DE BEAUVOIR